Artículo de José Prior Campillo. Cura párroco de San Lázaro y
Consiliario de la Junta de Cofradías. Revista de Semana Santa de Alhama
A la misma hora en que eran sacrificados los corderos, muere Jesucristo en
la cruz, el cordero de Dios que quita el pecado del mundo; tiembla la tierra,
se oscurece el sol, hasta el cielo llora la muerte de Cristo.
Es este un día para colocar junto a la cruz de Cristo, todos los sufrimientos, dolores,
injusticias que asolan a la humanidad, también nuestros propios sufrimientos; y no
estaría mal dar muerte dentro de cada uno a aquello que nos separa de Dios y de
los otros.
Viernes Santo, día de dolor, pero también de esperanza; antes de morir Jesucristo
entrega el fruto de su pasión. Se abre el paraíso al ladrón arrepentido, y del costado
abierto del Salvador surge sangre y agua, los sacramentos de la iglesia. Ellos nos
acompañan hasta la vida eterna.
Caminemos hacia la Pascua.