Como cada año, y van 7, el corredor Fernando Sánchez Molino y su familia organizan la tradicional y peculiar San Silvestre alhameña.
Se trata de una carrera amistosa durante todo su trayecto, que tiene como recompensa a sus dos horas aproximadas, un desayuno con zumo de naranja y pan tostado con aceite o tomate para todos sus participantes y en la que además entran en el sorteo de un libro de temática para corredores y una garrafa de aceite
Foto y texto Desi García