Desde hace un tiempo, la Iglesia de San Lázaro Obispo, de la mano de su cura D. José Prior Campillo, ha venido realizando diversas actuaciones en la torre de la Iglesia que, poco a poco, va recuperando todos los elementos materiales que tenían una función litúrgica de avisos o llamadas en el caso de las campanas, de marcar el tiempo en el caso del reloj de la villa o el toque que evoca el momento de la muerte de Cristo con la Tableta o Matraca, sonidos olvidados de la Semana Santa que, en este caso, intentan recrear lo que fue la hora nona o novena de confusión, de temblor de tierra, de resquebrajado de rocas o de apertura de sepulcros, según los Evangelios.
En la Parroquia de San Lázaro existe una tableta o matraca testimonial e inutilizada que, aunque se ha conservado, no ha sido posible su restauración. Era de madera de pino y de panel de haya de unos 3 mm. Con las mismas dimensiones, la empresa de Tradición de Relojes y Campanas de Puente Tocinos, Murcia, ha realizado una nueva matraca o tableta imitando la antigua, con un diámetro de 1000 mm y un ancho de 250 mm, con cuatro palos en cruz en su interior, donde golpean los mazos. Estos mazos están instalados entre las palas de dos en dos con un total de 8 mazos. La nueva Tableta o Matraca, bendecida el pasado día 18 de enero de 2015, se ha realizado en maderas de gran dureza y resistencia como la Doussié para el armazón y la madera Tali, para los mazos, ambas tropicales y muy resistentes gracias a los aceites naturales que las componen; en esta madera se insertan los ejes y casquillos de acero inoxidable, necesarios para su colocación en la Torre de la Iglesia.
De las mismas características se colocó otra Tableta o matraca en la Iglesia de la Concepción, con la diferencia, de que tiene tres mazos por pala, con un total de 12 mazos y un grosor de 500 mm.
Ambas Tabletas o Matracas se han instalado con un motor para que realice la función de volteo automáticamente, realizando una rotación de 33 vueltas por minuto durante 33 segundos, número que tiene como referencia la edad de la muerte de Cristo y que escucharemos todos los viernes del año, y especialmente, a las 3 de la tarde del día de Viernes Santo. Tanto el Viernes Santo como el Sábado Santo, la Tableta sonará también con tres toques, antes de cada uno de los oficios, para la llamada a la oración.
En otro tiempo, algunas torres y espadañas de las iglesias y catedrales conservaban estos artilugios de madera denominados según los lugares matraca derivado del árabe mitraq (martillo), que con aldabas o mazos producía un ruido desapacible; otro nombre utilizado era carraca, nombre onomatopéyico por razón de su sonido –carr– que producía un ruido grande a través de los dientes de una rueda que va girando consecutivamente con unas lengüetas y, en nuestra zona, son más conocidos estos instrumentos como tabletas, que también sugieren un sonido partido y desapacible. Estos instrumentos se usaron como elementos que habrían de contribuir a la sacralización de determinados oficios de la Semana Santa. Es aquí donde encontramos el uso de los instrumentos de madera incorporados a la liturgia de la Semana Santa, con una función determinada y recordando la cruz de Cristo
Con la instalación de la Tableta o Matraca en la Iglesia de San Lázaro Obispo se completan los elementos de interés que había tenido siempre la torre, renovados y restaurados por el buen hacer de Celestino Soler y José Antonio Sánchez, junto al equipo de la empresa Tradición de Relojes y Campanas S.L. La planta intermedia de la torre quedará ahora como zona musealizada, donde podemos contemplar todo el equipamiento antiguo colocado para su visita, tales como los yugos antiguos de las campanas, las antiguas pesas de piedra del reloj o la antigua Tableta.