La Peña se crea en 1993, participando en las fiestas ese mismo año.
¿Cómo surge la idea de crear una peña?
Como suele ser habitual. Un grupo de amigos que ese año comenzábamos el instituto, y nos conocíamos del colegio, pensamos que sería una buena idea formar una peña como hacía “los mayores”
¿Por qué este nombre?
Se barajaron varios al principio, y este al parecer por su relación con el vino, se consideró el más apropiado aunque no tenga un significado literal. Se planteó en una ocasión el cambiarlo pero creemos que sería perder nuestra identidad.
¿Con cuántos miembros contáis?
A lo largo de los años, hemos contado con gran cantidad de gente, llegando en el año 1998 a rondar los 50 miembros. Después como en todas partes, unos han llegado, otros se han ido y actualmente contamos con unos 25, conocidos y amigos todos desde hace muchos años, prácticamente todos desde los primeros años y unos pocos desde el principio.
Actividades en las que habéis participado o vais a participar: Carrozas, carpas, cucaña,….
Desde que el principio nos hemos instalado en el recinto de las peñas, estando anteriormente como era costumbre en Alhama en un local alquilado durante las fiestas. Participamos todos los años en el concurso de arroces en Mayo, en varias ocasiones, al principio, en el desfile de carnaval, durante cuatro años en la cucaña, logrando un tercer puesto; en Los Mayos, por primera vez como peña este año, en las actividades de las carpas, en la ofrenda floral y como no en el desfile de Carrozas desde el año 2000, logrando en las últimas ediciones, dos quintos premios, dos cuartos y uno a la carroza más animada.
¿Nos podéis contar alguna anécdota que os haya pasado como peña durante ferias pasadas o en la preparación actual de las próximas fiestas?
Ahora no deja de ser una anécdota, pero en su día fue un problemón. Como todo el mundo sabe, las peñas necesitan del aporte económico de sus miembros, pues bien en el año 1995, en nuestra tercera feria como peña, o lo que es lo mismo en nuestro segundo año de vida, como era costumbre y en parte debido a la juventud del momento, los encargados de recoger el directamente lo recogían en mano y lo guardaban en casa; una noche antes del comienzo de la feria, habían quedado como cada día, una noche en un jardín para pasar el rato; las conversaciones y el entretenimiento dieron lugar a que se fuesen todos del jardín, dejándose un bolso con alrededor de 100.000 de las antiguas pesetas en su interior, vamos prácticamente el presupuesto de la peña para las fiestas – hemos de puntualizar que en ese año, aún en los locales, la peña no tenía posibilidad de recaudar como hoy día en las carpas, y que “veinte mil duros” eran muchas “perras” en 1995 – y que como era de esperar al volver al jardín, se encontraron el sitio. Bueno esto en un principio como se ha mencionado fue un problemón y de los gordos. Por fortuna, el local estaba pagado, pero no tuvimos más remedio que ingeniárnoslas para tirar “palante”. Repetimos la camiseta del año anterior (por lo que algunos de los que entraron ese año no tienen) y se nos ocurrió una solución: hicimos unos pañuelos de la Feria’95 en plan San Fermín y explicándole a la gente la situación, los vendimos a un módico precio, por lo que gracias a la generosidad de los vecinos de Alhama y de algunos amigos pudimos concluir las fiestas sin mayores consecuencias.
Sacamos en claro varias cosas, la primera que lo de pasear el dinero se había acabado, por lo que entramos a formar parte del “selecto grupo” de personas con cuenta bancaria, y nos dimos cuenta de que realmente éramos una peña de amigos que tenía un futuro por delante, ya que entre todos pudimos salir adelante y convertir un problema en una anécdota que contar veinte años después.
Algún mensaje, demanda o recomendación para estas fiestas.
Sobre todo disfrutarlas con respeto y en armonía, porque al final todos queremos lo mismo y es pasárnoslo bien. No tomarse las carpas como un negocio, sino como algo que hace que estemos más unidos y tengamos un lugar en el que estar a gusto.
Participar en las actividades y sobre todo comprender que las fiestas no son sólo para unos, sino para todos, mayores, jóvenes, niños, porque todos hemos sido niños, somos adultos y seremos mayores, y querremos seguir disfrutando de las fiestas, de otro modo tal vez, pero con la misma intensidad.