- Dúo Barbaroco amenizó con notas dulces y expresivas una noche lluviosa del ECOS Festival de Sierra Espuña, que trasladó la música antigua al interior del Refectorio del Convento de San Francisco de Mula
- Tras este segundo fin de semana, dan comienzo las experiencias ECOS Labs y se pone rumbo al cierre de la séptima edición
La música tiene la capacidad de conectar con nuestra parte más profunda y pura. Es como si cada sonido y cada nota pudiera remover emociones, vivencias y recuerdos. Cuando la música se permite volver siglos atrás y recrear una escena, momento y época, la conexión adquiere un grado aún más intenso, como si sumergiera el alma en un tiempo desconocido, pero que a través de las melodías parece familiar.
Dúo Barbaroco consiguió ayer, en el ECOS Festival Internacional de Música Antigua de Sierra Espuña, meterse en las entrañas de un público que se congregó en el Refectorio del Convento de San Francisco de Mula a causa de la lluvia, ofreciendo un doble pase caracterizado por sonidos dulces y dinámicas expresivas que conectaron las emociones del presente y del momento en el que se crearon cada una de las piezas de su repertorio: desde el Renacimiento español hasta el Barroco francés.
El viaje musical de este ensemble nacido en Versalles conectó Francia y España, dos países con un gran vínculo familiar para ellos, haciendo parada también en las melodías italianas de la época a través de la viola da gamba de Eliaz Hercelin y la tiorba y guitarra barroca de Nico Arzimanoglou. El formato permitió un concierto íntimo que empezó con piezas de Diego Ortiz (1510-1570) para acabar en el barroco francés, alternando interpretaciones a dúo y otras individuales para disfrutar de la sonoridad de estos instrumentos que parecían hablar, haciendo alarde de expresividad y jugando con las intensidades. También adaptaron piezas para guitarra y viola da gamba, como ‘Los Imposibles’ de Santiago de Murcia (1673-1739), e interpretaron a Marin Marais (1656-1726) y una ‘suite’ para tiorba de Robert de Visée (1650-1732).
“El repertorio nos es bastante lejano, pero al mismo tiempo es contemporáneo, porque atraviesa los siglos y nuestros cuerpos emocionándonos”, indicó Eliaz tras el concierto, desvelando su intención con este programa de “escoger e interpretar partituras de antaño y transmitirlas al público de hoy en día”. Algo sencillo, a su parecer, cuando se relaciona con la viola da gamba, un instrumento nacido en la Península y que “retrata nuestra propia historia, porque nos hemos compartido entre dos culturas”, añade.
Que siembre cátedra en la Región de Murcia
“Está siendo todo un éxito, porque se han hecho eco dentro y fuera de la Región, y también fuera de nuestro país”, afirmaba con orgullo el alcalde de Mula y presidente de la Mancomunidad Turística de Sierra Espuña, Juan Jesús Moreno. Resaltó la labor del Territorio y sus municipios para poner en valor la música del ECOS Festival. “Este festival ofrece que cualquier turista pueda venir al Corazón de la Región de Murcia, y ese corazón es nuestra sierra”, añadió.
Puso en valor los profesionales que forman parte del Festival y su ilusión y trabajo para hacerlo posible, lo que hace que “esté dado a un éxito total”. “Los seis municipios vamos a pedir ayuda para que no se quede en la Mancomunidad, sino que siembre cátedra en la Región de Murcia”, adelantó Moreno.
Por su parte, Vanesa Valero, vicerrectora de Formación Continua de la Universidad de Murcia, destacó la importancia del “boca a boca” para coronar esa afluencia de público que se está viendo en la séptima edición y que hace que el Festival se consolide en la Mancomunidad de Sierra Espuña. Además, recordó la apuesta tan importante que hace para “acercar instrumentos y sonidos a los más pequeños y que descubran la música desde sus inicios en la cercanía de los músicos”.