“El Mati” y su grupo ofrecieron el espectáculo “JUGANDO” en el que recrean una fábula musical que encadiló a la Semana Flamenca de Alhama
El experimental “Requiem Minerum” de Matías López “El Mati” abrió la noche en la penúltima jornada de la V Semana Flamenca de Alhama que vibró con su excelente propuesta musical que trasciende más allá del flamenco. El grupo formado por el propio Matías López, “El Mati”, al cante, Óscar Lago a la guitarra flamenca, Alfonso Aroca a los teclados, Javier Rabadán a la percusión y la colaboración especial del saxofonista Pedro Núñez jugaron a latir, sentir y derramar flamenco en una noche para guardar en los anales de la memoria musical alhameña.
Serrana, granaína y granaína y media plagada de matices para continuar: “Engarzá en oro y marfil / tú llevas una cruz al cuello / déjame que muera en ella / y crucificarme allí ”. Y Alhama vibraba. Reivindicó “El Mati” la universalidad del flamenco, ese que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, según la UNESCO, con el apoyo de la Región de Murcia y que Alhama de Murcia defiende y difunde con uñas y dientes, para continuar por uno de los grandes de este arte, el ronco de Graná, el maestro Enrique Morente.
Soleá con letras preñadas de profundidad: “Qué cositas más sensibles / fui a hablar con la muerte / hasta la edad imposible” o “Tú en la puerta y yo en la esquina / con el mirar solamente / los huesos me los lastimas”. Jondura hertortodoxa y heridas sangrantes en quien escuchaba desde sus butacas.
El piano de Aroca se adueñó del Auditorio Tierno Galván, pausado y sutil, para volver a arrebatarnos, ya con “El Mati” en el escenario, por malagueña jazzera que remataron por verdiales y fandangos del Albaicín: “Un sereno se dormía / en la cruz alta del barrio / y la cruz le daba voces / sereno que viene el día”. Música, flamenco y libertad. Cantiñas fue la nueva estación, de nuevo libres, pasando por alegrías o mirabrás y vomitando compás por arrobas. Acho… Alhama latía feliz, como en la noche de Paco, la del niño, el de Elche o en la de María Moreno. Vamos, como en todas. Tela marinera, Alhama.
A esta semana libertaria se unió el saxo de Pedro Núñez por petenera: “Quisiera yo renegar / de este mundo por entero mare / quisiera yo renegar / mare de mi corazón”, ofreciendo más matices y más esencia. El remate del concierto llegó con una amalgama/chalaura de cantes y goces en la que la música volvió elevarse sin ataduras. Cantes de trilla que entraron por tangos funkies derivando en las tierras de Extremadura y Granada con una interesantísima propuesta musical… La esencia de “El Mati” en sí mismo.
Cerrada ovación, gustazo para las mentes más abiertas, incluso para los flamencos más obsutos y reivindicación del arte sin anclajes, libre y social: las señas de este proyecto con sus miras puestas en el futuro.
Texto Gabriel Maldonado. Fotos José Miguel Cerezo