El jueves 2 de diciembre, a las nueve de la noche, tendrá lugar en el cine Velasco la presentación del libro ‘Érase una vez Alhama. Historias y leyendas del siglo XX. Memoria fotográfica’
El jueves 2 de diciembre tuvo lugar en el cine Velasco la presentación del libro ‘Érase una vez Alhama. Historias y leyendas del siglo XX. Memoria fotográfica’, de Francisco Espadas Hernández.
Hemos querido conocer más de cerca el trabajo de recopilación de estas 480 páginas con más de 1.000 fotografías y diferentes datos sobre Alhama y sus vecinos en el siglo pasado.
Toni López.-¿Cuándo se te ocurrió escribir este libro y por qué?
Francisco Espadas.- Desde hace años, durante mi trabajo en los medios de comunicación, así como la cercanía con el público en mi pasado hostelero, he conocido de primera mano muchísimas historias, las que rondan por mi cabeza. Estas experiencias y vivencias las quería dejar reflejadas para que futuras generaciones, cuando con el paso de los años encuentren este ejemplar lleno de polvo en un estante, descubran aquellos rincones y personas que algún día fueron protagonistas en su tiempo.
En alguna ocasión alguien me apuntó que tenía que contar esas historias, las que en ocasiones narro en la radio o en círculos de amigos, hasta que decidí dar el paso de ponerme a escribir. Aún quedan muchas historias por contar.
T.L.- ¿Cuánto te ha llevado esta recopilación de fotos y escritos?
F.E.- Un año de trabajo, con muchas horas rescatando fotos de mi autoría y otras de diferentes autores. Recopilando datos, muchos de ellos en antiguos libros y autores de otro tiempo, dando un toque más actual y dinámico en estos nuevos tiempos de prisas y redes. Y madrugadas recordando tiempos pasados y vivencias personales plasmadas ahora en este libro.
Vivencias que se cruzaron en mi camino y ahora saco de mi mente. Reconozco que cuando finalicé, entré en un periodo de tristeza mental, ya que regresaba otra vez a la actualidad que estamos viviendo.
T.L.- Dinos qué partes contiene
F.E.- Encontrarás relatos cortos genéricos, muy ágiles de lectura, rincones inmortalizados por grandes maestros, como Manrique de Lara en la Alhama de los años cincuenta, fotógrafo del que recuperamos su historia, como la de otros muchos vecinos de un pueblo en blanco y negro.
Capítulos especiales como el del Tío Juan Rita o el dedicado a mi madre y su gran historia. La hostelería, las modas, los grupos musicales…. de todo un poco; de tiempos que ya están camino del olvido y que, de alguna forma, de nuevo brotarán en la sociedad actual.
Cuentos, leyendas en otro tiempo innombrables y personajes peculiares, todo acompañado de fotografías, muchas de ellas inéditas para el gran público.
T.L.- ¿Qué anécdotas más interesantes has encontrado?
F.E.- Quizás la que más me emociona es la rescatada de un pequeño libro publicado hace más de 60 años, historia que en su día escribió un vecino que se llamaba Alfonso Aledo. El libro se titulaba “Alhama con el siglo”; se refería a lo que sucedía, hace ahora 100 años, en un capítulo que he titulado “Por 300 duros” en el que contaba aquel hombre cómo un antepasado perdió un hijo en la Guerra de Cuba.
Disfruté mucho con la historia de mi familia, y con el deleite de encontrar fotos que me transportaban a aquel tiempo pasado.
Capítulo especial de risas con las bandas de críos en aquellas calles de polvo y tierra, con sus guerras y aventuras.
Capítulo triste, escribir sobre dos amigos que fallecieron antes de contar su historia y durante el periodo que escribía estas historias, Jesús Caballero y Tomás López, de los que escribí su obituario.
T.L.- Hablas de una Alhama en la que se vivía con tranquilidad, ¿no crees que es un prisma un poco romántico?
F.E.- Quizás sea porque los recuerdos que quedan son los más agradables para nuestra mente. Pero en aquel tiempo recuerdo las noches de verano con las puertas de las casas abiertas y la gente tomando el fresco en la calle, una circunstancia que hoy es difícil de realizar.
Recuerdo el libro de Alfonso Aledo, en el que también contaba que a principios del siglo XX, si paseabas por la calle se escuchaban gritos en muchas casas entre los cabeza de familia, decía que era una vida dura y difícil ¡échale imaginación!
T.L.- La mayoría de los personajes que aparecen en tu libro son hombres, sin embargo, la dedicatoria es a tu madre, Paquita la de Tánger…
F.E.- Es la historia de una gran mujer, aún me sorprendo cuando voy por la calle y me preguntan por ella, siempre contando historias compartidas.
En la sociedad de aquel tiempo la mujer era menos protagonista, como cuento en uno de los capítulos, la inmensa mayoría de mujeres se dedicaban a criar a sus hijos, casi todo eran familias numerosas. La mayoría solo trabajaba en las campañas de los pimientos y uva de mesa.
Aunque encontramos casos excepcionales como el de la pintora María Dolores Andreo o la Tía Melguiza, que sanaba lesiones musculares dando “pasás”.
Si te das cuenta, el libro cuenta con tres prólogos, dos son de mujeres.
T.L.- Hace días que estás haciendo una promoción del libro con distintos vídeos y publicaciones. ¿Cómo le ha llegado a la gente su publicación y qué te cuentan?
F.E.- Al autor siempre se le dice que le gusta su trabajo en la gran mayoría de ocasiones. He entregado unos 15 ejemplares a personas que, por su colaboración, se lo merecían. Todos dicen estar encantados, pero lo mejor es que te compres un ejemplar y salgas de dudas con tu propia lectura. Los vídeos han hecho llorar a más de uno.
T.L.- Finalmente, ¿cómo será la presentación del libro?
F.E.- Será un auténtico viaje en el túnel del tiempo a una Alhama que ya no existe, sólo quedan, no en todos los casos, descendientes de aquellas grandes y sufridas generaciones.