La jornada inaugural de la Semana Flamenca de Alhama contó con las actuaciones del colectivo LaboratoriA Flamenco y del dúo sevillano Volante de la Puebla, en una noche que marcó la propuesta diferenciadora de este festival.

Esta sexta edición del evento arrancó con el espectáculo “Y perdí mi centro” del proyecto multidisciplinar nacido en Barcelona LaboratoriA Flamenco. Un comienzo inmejorable para un festival “heterortodoxo” que da este año un importante salto para consolidarse como uno de los eventos de referencia del flamenco contemporáneo.

LaboratoriA hizo una demostración en la que, a través del cuerpo, la música y el flamenco cuestionaron qué es ser mujer. “Fui piedra y perdí mi centro / Y me arrojaron al mar / Al cabo de mucho tiempo / Mi centro vine a encontrar” con esta soleá dela Niña de los Peines comenzaba el espectáculo del colectivo surgido en Barcelona. Sobre el escenario la guitarrista Isabelle Laudenbach, la bailaora Aina Núñez y las cantaoras Ana Brenes y Cristina López, que también se ocupaba de las programaciones sonoras. Tras la grabación clásica, la reinterpretación electrónica de LaboratoriA que actualiza la pieza para hacerla más vigente que nunca y para comenzar la búsqueda del equilibrio.

El elenco aparece sobre el escenario ataviado con un llamativo mono azul. Son obreras de la música y de la cultura. Ringtones de llamadas telefónicas suenan en la escena para servir de transición al taranto, magistralmente introducido por Laudenbach. Ana Brenes se recuesta boca abajo en una silla para ofrecer otro punto de vista mientras canta con la cabeza apoyada en el suelo. Se intensifica la acción con el bello baile de Aina Núñez que se ve interrumpido por tonos de llamada que terminan con el mítico “Te estoy amando locamente” de las Grecas. Los mensajes del buzón de voz presentan la precariedad de la profesión artística, pronto, los ringtones se convierten en parte del ritmo que es bailado por las artistas que se transforma en unos verdiales actualizados para pasar a esos clásicos que dicen “A esa liebre no tirarle / cazadores de la sierra / porque está haciendo en la tierra / madrigueras pa’ ser madre / y es muy sagrado lo que encierra”.

Prosigue la actuación por serranas para simbolizar la fluidez del río que corre por el interior de las artistas. De nuevo, salto del clásico a la actualización para interpretar una electrónica caña. Y continuar con la deconstrucción para volver a construir, una pieza identificable con el clásico estilo, pero nueva ante los oídos del público asistente. Los loops vocales se intensifican para servir de transición al cierre por bulerías, y regresar a la clásica aña que es bailada con un solo tacón por Núñez.

La bailaora se sitúa en primera fila y vuelve la teatralización. Una barba postiza sirve para simbolizar. Ella, con su barba, mueve la boca, para que Brenes por detrás interprete magistralmente la farruca. La mujer en segundo plano, mientras el “hombre pone la cara”. Tal es así que, mediante los filtros sonoros, la voz de Cristina López se transforma en masculina y se ve secundada por la de Brenes. Comienza una persecución entre artistas que finaliza con el palo para desatar los aplausos del público.

Suena entonces aquella entrevista en Televisión Española, a Camarón, durante la grabación de la Leyenda del Tiempo en el que Camarón iba ataviado con un mono de la construcción. Lo que parece nuevo en LaboratoriA, ya se hacía hace casi 50 años. Las artistas no ocultan su fuente y la muestran, como muestran su amor por la vida y por su profesión “Enamoradas de la vida, aunque a veces duela”. Fin de fiesta por bulerías en las que remarcan el machismo de algunas letras del flamenco, para reivindicar su posición en el mundo del arte. El público en pie supo valorar una interesante propuesta en el que el teatro, la música y el baile se entremezclan para fortalecer el concepto.

Pusieron fin a la jornada inaugural de la Semana Flamenca de Alhama de Murcia los sevillanos Volante de la Puebla, que con su folclo-electrónica ofrecieron un show de lo más innovador. Con una intensa marcha procesional se presentaba sobre el escenario el dúo formado por Esteban Garrido y Paco Mora, el incienso ambientaba el momento para llevar al público al éxtasis con Canelita, ese tema que lanzó al estrellato a los dj’s andaluces.

Un entregado público seguía el incansable ritmo de los artistas que dramatizan su puesta en escena para hacerla inigualable. La energía que derrochan es apabullante, el ritmo que imprimen es casi de clase de spinning. Los ecos de la Paquera resuenan en el auditorio para recordar el origen que se reinterpreta de una manera casi lujuriosa. Remezclas de la “Niña de Andy y Lucas” para introducir la apropiación del baptisterio romano, que es otro de los temas que se han convertido en una seña de identidad del dúo.

Mucho arte y una energía arrolladora que hizo que el público se pusiera en pie para bailar las canciones más populares del folclore español mezcladas con ritmos urbanos actuales.

Tiempo para aquel tema de Azúcar Moreno que representó a España en Eurovisión en 1990, con su delirante coreografía. Tras Bandido llegaban los ecos del Maravillaría de “la faraona” Lola Flores, para introducir el mítico “Salomé” del puertorriqueño Chayanne y continuar con la Pantoja y su Virgen del Rocío. Tiempo para regresar al flamenco, sacar la silla de anea como si de un trono se tratase, e interpretar los republicanos fandangos del Cabrero que Esteban Garrido interpreta visualmente como homenaje a su padre.

Camino de pasodoble que se convierte en intenso baile, cual verbena popular, aderezado por ritmos electrónicos, se mezcla con el pollón alicantino, que se dignifica con el “Todo es de color” de Lole y Manuel para llegar a “A palé” de Rosalía. De ahí un viaje que lleva a revisar la versión que Miguel Campello hace del mítico tema de Extremoduro “So payaso”. Momento para “Me pongo colorada” de Papá Levante que hizo las delicias del público con el que iba llegando el final del concierto, de nuevo ritmos procesionales para terminar bajando0 del escenario y bailar junto a sus fans.

Propuestas diferentes y rompedoras que convirtieron la noche alhameña en una fiesta con la que dio comienzo la sexta edición de la Semana Flamenca de Alhama de Murcia.