El momento del cambio ha llegado a la Región de Murcia. Hace 22 meses los ciudadanos y ciudadanas votaron por el cambio en nuestra Región. Fernando López Miras y el Partido Popular perdieron las elecciones y quedó claro que la mayoría de la Región quería otra forma de gobernar.
En aquel momento no pudo ser y se ensayó el primer gobierno de coalición en nuestra Región, con el que el Partido Popular intentó aferrarse al poder.
Pero 25 años, dejan una huella demasiado profunda en los modos y las formas de ejercer el Gobierno; dejan una huella demasiado profunda de redes clientelares y corruptelas. Y el Partido Popular ni ha sabido ni ha querido acabar con ellas ni cambiar.
La falta de transparencia, las políticas dirigidas a beneficiar a los de siempre, la política entendida como un intercambio de favores ha sido la seña de identidad del PP en el gobierno: el caos y la corrupción del proceso de vacunación contra la COVID, el escándalo del contrato de las ambulancias, los tratos de favor con la industria del juego, la nefasta gestión educativa que ha culminado con el intento de nuevo pacto para la implantación del pin parental y la censura educativa, son solo algunos de los ejemplos más visibles de estos escasos dos años.
El Partido Popular ha provocado, durante 26 años de gobierno, que la Región de Murcia esté a la cola de la mayoría de indicadores económicos y sociales, que tengamos los niveles más altos en riesgos de pobreza y de exclusión social.
El Partido Popular no ha entendido que su tiempo había acabado. No ha entendido que las formas de hacer política habían cambiado. No ha entendido que la sociedad exigía cambios y que ya no les valían sus apaños y sus trampas.
Y nos ha llevado a una situación extraordinaria e insoportable. El Partido Popular es hoy un juguete roto, una marioneta, en manos de la extrema derecha. Y eso no es lo que necesita la Región de Murcia.
Durante toda la pandemia hemos visto como López Miras ha utilizado el gobierno para enfrentar y confrontar. Porque el Partido Popular sólo entiende la política desde el enfrentamiento y la división. Y eso no es lo que necesita la Región de Murcia.
La Región de Murcia necesita unidad, necesita sumar manos, aunar esfuerzos. Necesita colaboración, coordinación y lealtad entre instituciones: Ayuntamientos, Gobierno Regional y Gobierno Central. Eso le he ofrecido al Partido Popular desde el primer minuto de esta legislatura. Mi mano ha estado tendida permanentemente; la última vez hace unas semanas cuando ofrecí acordar unos presupuestos para la recuperación.
Y el Partido Popular ha despreciado todos los ofrecimientos de acuerdos, recurriendo sistemáticamente a la confrontación.
Para salir de la crisis sanitaria, social y combatir los efectos económicos y sociales de la pandemia necesitamos otra política distinta a la que lleva haciendo el PP durante 25 años. Es el momento de trabajar y no enfrentar. De unir y no dividir. Respetando, integrando y superando las discrepancias y las diferencias, a nivel social, dentro del mismo gobierno y sobre todo con otras administraciones, pero el Partido Popular no ha entendido este mensaje y no ha sabido hacerlo.
Hoy se inicia el proceso para llevar a cabo un proyecto para construir una Región más justa, más solidaria e igualitaria. Un proyecto de Región en el que nadie se quede atrás.
No habrá más guiños a la extrema derecha y las políticas reaccionarias. La Región que nos merecemos. Ese fue el lema de mi campaña con la que ganamos las elecciones y que hoy vamos a empezar a construir.
Hoy el PSOE y Ciudadanos empiezan el camino para recuperar las instituciones después de años de oscuridad. Recuperar el gobierno para los ciudadanos.
Hoy queremos asegurar que se abrirá una nueva etapa, de esperanza, de ilusión y de cambio. Una nueva etapa de eficacia, de transparencia, de participación y colaboración social y política. Una etapa de regeneración, pero en la que vamos asegurar la estabilidad institucional y la coherencia. Vamos a acabar con la desidia de tantos años. El aire limpio va a llegar a todos los rincones de esta Región.