Es una infraestructura hidráulica que data su existencia desde el siglo XII y que sigue cumpliendo la finalidad fundamental de conducir el agua a su destino final en Alhama de Murcia
El Gobierno Regional inicia la tramitación para proteger como Bien de Interés Cultural el Caño de Sierra Espuña, en Alhama de Murcia, mediante la incoación del expediente con la máxima figura en protección de patrimonio, según ha explicado hoy el director general de Bienes Culturales, José Francisco Lajara, en un acto en el que estuvo acompañado por la alcaldesa de la localidad, María Cánovas.
Lajara explicó que el Caño de Espuña «es una infraestructura hidráulica que data su existencia desde el siglo XII y que ha sido modificado a los largo de los años, adecuándose a los tiempos según las costumbres y necesidades de sus gestores y principales aprovechamientos, pero que tras 10 siglos de historia sigue cumpliendo su finalidad fundamental, que es la de conducir el agua a su destino final en Alhama», y agradeció a la asociación Caminos de Iberia la propuesta y la colaboración en la protección del patrimonio hidráulico.
La solicitud de Bien de Interés Cultural cuenta con el apoyo expreso del Heredamiento de Aguas de Espuña, el Ayuntamiento de Alhama de Murcia, la Mancomunidad de Municipios de Sierra Espuña y el Parque Regional de Sierra Espuña.
El director general señaló que «se trata de un ejemplo único de ingeniería hidráulica vernácula, todavía en uso, que representa una cultura del agua milenaria, vinculada al trabajo para extraerla, transportarla y almacenarla para su aprovechamiento, que sigue utilizándose para el riego y abastecimiento de agua por parte del Heredamiento de Aguas de Espuña».
Se localiza en el corazón del Parque Regional de Sierra Espuña, espacio natural protegido de la Red Natura 2000, considerado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Aunque el caño tiene su inicio dentro del término municipal de Totana (Fuente del Sol), discurre prácticamente la totalidad de su largo trazado por tierras alhameñas. Cuenta con un tramo final, construido a finales del siglo XIX y mediados del XX, que tuvo por objeto el aprovechamiento industrial del acueducto, tanto para crear energía eléctrica como para el funcionamiento de los molinos de la zona.
A pesar de que el Caño de Espuña presenta en términos generales un buen estado de conservación, se hace necesario un mantenimiento y limpieza permanente de la obra, ya que en todo su recorrido aparecen elementos vegetales que cada año amenazan o dificultan el paso de agua. Estas actuaciones se van llevando a cabo por el Heredamiento de las aguas de Espuña.
El bien objeto de declaración se compone del propio canal, así como de una serie de infraestructuras hidráulicas que se encuentran a lo largo de todo su recorrido: azudes; depósitos; piletas; tomas de agua; balsones y balsas; evacuadores; arquetas de contención de elementos sólidos; rampas para anfibios; presas; lumbreras; acueductos; puentes de paso; fuentes; sifones; lavaderos; partidores; saltos y escalones; molinos; y la Central Hidroeléctrica Alhameña.